lunes, 11 de septiembre de 2017

CRECE LA VENTA DE CÁMARAS DE INFRARROJOS

Las últimas noticias sobre seguridad revelan una creciente demanda de más servicios especializados para poder detectar cualquier peligro desde un primer momento. La ola de robos violentos que ha venido ocurriendo en México, ha disparado la venta e instalación de alarmas de todo tipo, pero las de infrarrojos han sido la estrella por su comodidad y eficiencia para ser utilizadas de noche.


Su funcionamiento es conocido; se trata de un aparato que percibe la radiación infrarroja que emiten los cuerpos y transforma esta en imágenes coloreadas para que el ojo humano pueda percibirlo. Las radiaciones que emiten los cuerpos siempre son en función de su temperatura, y generalmente los cuerpos calientes emiten más radiación que los fríos. Para la vigilancia, normalmente se utilizan cámaras donde las partes más calientes (es decir, los seres vivos) se identifican con colores cálidos. Debido a esto, algunos de los delincuentes se las intentan ingeniar para no ser detectados, por ejemplo vistiéndose con ropa aislante térmica, lo cual ayuda momentáneamente, pero de manera gradual la ropa se va calentando y finalmente es detectable.
Hay varios tipos de cámaras de infrarrojos, pero las más utilizadas en seguridad son las cámaras infrarrojas pasivas; emiten radiación infrarroja a través de un reflector integrado en la misma cámara o bien situado en otro punto cercano. Entonces, el haz de luz infrarrojo es el que ilumina el cuerpo detectado, que será captado por la cámara y devuelta su imagen como una variedad monocromática de tonos fríos y cálidos. Estas cámaras son muy útiles para rastrear personas o posibles delincuentes nocturnos, aunque se pueden utilizar indistintamente de día o de noche.
Las mas completas, que revierten las imágenes en distintos colores, se pueden usar en interiores y exteriores, ya que llevan un iluminador de infrarrojos de largo alcance que detecta intrusos a una gran distancia. Gracias a los leds que incorporan (que suelen ser unas treinta y dos unidades), permiten la visión en total oscuridad a una distancia de hasta veinte metros (se están desarrollando prototipos que incluso pueden llegar a los treinta). Para que soporte las altas temperaturas del verano, estas cámaras llevan incorporado un ventilador interno, y están hechas de un material de gran resistencia para protegerse de las inclemencias del tiempo. Los ángulos de visión van desde veinticinco a cincuenta grados, lo que permite recorrer un gran espectro de espacio, y la resolución suele alcanzar las cuatrocientas líneas.
Los sistemas de vigilancia de infrarrojos más sofisticados cuentan con dos o más cámaras inalámbricas y un receptor de audio. Para su uso correcto solo es necesario colocar el receptor a no más de cien metros de distancia para que la imagen y el sonido lleguen con claridad. Las imágenes pueden ser vistas en un monitor de televisión, almacenarse en un ordenador mediante un capturador de vídeo, y además al ser inalámbricas cambian de posición siempre que se quiera, lo cual las hace especialmente útiles en casos como la vigilancia de niños, ancianos, comercios y todo tipo de instalaciones.


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