“El negocio de la seguridad privada es un buen negocio”.
Rubén Fajardo Correa director general de SIPROSI considera que las policías complementarias son cuerpos irregulares que han atacado a la seguridad privada cubriéndose bajo el marco de la legalidad, en su opinión, más allá del sentido jurídico, la Policía Auxiliar y Bancaria son negocios particulares que se desarrollan desde el gobierno, son competencia desleal, ilegal y anticonstitucional debido a que se rentan al mejor postor independientemente si el fin es positivo o negativo.
En cuanto al polémico tema de CUSAEM del estado de México comenta que la atribución de un policía está restringida a su jurisdicción, el espacio o ámbito territorial donde una autoridad tiene facultades, y al ser un cuerpo unificado de seguridad auxiliar de dicha entidad no tiene facultades legales de actuación fuera del Estado de México por lo tanto cuando atraviesa los límites de este se encuentra cometiendo un delito de usurpación de una función pública e inclusive un ejercicio indebido de funciones. En la práctica se maneja como un organismo privado y su parecer políticamente representa una fuente de ingresos no fiscalizados para algunas autoridades; desafortunadamente esta práctica se está volviendo más común.
Otro caso es el Servicio de Protección Federal, organismo público del Gobierno dependiente de la Policía Federal, que renta guardias de seguridad privada invadiendo al sector; para Fajardo Correa este tipo de situación se vuelve triste al querer dar una cara legalizada a algo inconstitucional estableciendo una tarifa de cobro oficial publicada en el Diario Oficial de la Federación, lo que desde el punto de vista jurídico es preocupante porque se trata de un servicio público ofertándose en el sector privado, siendo la naturaleza esencial de estas corporaciones la gratuidad.
En cuanto al tema de la creación de la Cámara Nacional de la Seguridad Privada, sueño que inició en el año 2000 -después del cambio de la Ley de Cámara de Industriales y de Comercio dónde desaparece la obligación de afiliarse a una cámara y autoriza la posibilidad de crear nuevas- y que desde entonces se ha intentado crear, él comenta que es útil y necesaria pero también se necesita que la gente entienda el concepto de la legalidad, comenzando por la propia autoridad que en ocasiones propicia prácticas ilegales como es el caso de las empresas de outsourcing que jurídicamente es una vía de evasión de impuestos y que hoy, de una manera inconsciente o con poca responsabilidad están pidiendo que se norme dentro del proyecto de Ley de Seguridad Privada.
La seguridad privada en los próximos años puede lograr avances importantes siempre y cuando el sector dejé de lado los protagonismos y se entienda que a veces se suplen papeles que no corresponden, es el Gobierno el que tiene que hacer el trabajo preventivo de la seguridad para que el pueblo no necesite contratar ejércitos privados. El papel natural de la seguridad privada es una opción para elevar los niveles de seguridad preventiva no reactiva, se debe trabajar en el diseño de sistemas preventivos de seguridad: control de accesos, rondines, cosas que son el 90% de los requerimientos reales de las organizaciones en cuanto a seguridad, que es prevención. El negocio de la seguridad privada es un buen negocio y aquellas personas que incursionen en él deben de hacerlo con alto sentido de responsabilidad social, concluyó.
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