¿PARA QUÉ SIRVE LA VIDEOVIGILANCIA? PANORAMA Y PERSPECTIVA DE SU UTILIDAD EN
SEGURIDAD
Por David Chong Chong, Secretario General para México de la
Corporación Euro Americana de Seguridad, CEAS México. www.ceasmexico.org.mx, correo
electrónico:
dchong@ceasmexico.org.mx
La videovigilancia se ha convertido en una especie de
“panacea” para los problemas de seguridad. Cada vez que ocurre algún evento de
relevancia, una de las primeras medidas de reacción es “instalar más cámaras”,
lo cual crea expectativas que en muchas ocasiones no se cumplen porque, a pesar
de “tener más cámaras”, los eventos siguen ocurriendo, de tal manera que la
ciudadanía se cuestiona, ¿para qué sirve la videovigilancia?
Panorama
Para evitar desilusiones y decepciones acerca de una
propuesta, se debe acotar las expectativas a la realidad, en este caso respecto
al uso de la videovigilancia. Para ello,
se debe entender que:
1. La videovigilancia es un recurso de tecnología, y por
tanto una herramienta que ayuda a hacer el trabajo, pero no hace el trabajo, el
cual lo realiza quien utiliza la aportación de este recurso para algún
propósito.
2. La función de la videovigilancia es captar las imágenes
de hechos que ocurren dentro del campo visual de una cámara y que transmite a
una central de monitoreo, donde se almacenan, para un uso posterior, o se
proyectan, para un uso inmediato.
3. La aportación de la videovigilancia consiste en fungir como
fuente de información visual, imágenes, que son reproducciones imprecisas de
una supuesta realidad. “Imprecisas”,
porque resultan de la composición funcional de la resolución de la cámara, el
ancho de banda del canal, la frecuencia de captación (cuadros por segundo), y
la resolución del medio de proyección. Y
“supuesta”, porque no existe la certeza de que las imágenes que se reciben en
la central de monitoreo sean las que captó la cámara.
En este contexto, se proyectan dos vertientes para el uso de
la videovigilancia, ambas igualmente valiosas, pero con diferentes
perspectivas:
● Como activador de
una reacción ante emergencias, con la Captación de los hechos, para que un
recurso de análisis bajo condiciones de apremio, y en última instancia humano,
sea capaz de Detectar los problemas y Alertar con oportunidad a las
corporaciones de asistencia que tienen la capacidad de Intervenir para
atenderlo.
● Para un análisis
forense de hechos ocurridos, también aportando la Captación de los hechos, para
que un recurso de análisis, en este caso con un enfoque retrospectivo, y en
última instancia humano, pueda identificar elementos de apoyo para algún
propósito, por ejemplo, la identificación de presuntos responsables en la
comisión de delitos.
En consecuencia, la valía de la videovigilancia, en
particular por la inversión que representa su instalación, operación y
conservación, está determinada por la medida en que logre los objetivos que
motivaron su despliegue.
Perspectiva
La forma más efectiva de valorar es por mediciones, para lo
cual se requieren de un conjunto de indicadores, métricas y referentes. Para este propósito, se contempla una
valoración inicial de dos aspectos para la videovigilancia:
• La efectividad de
captación global, medida por el porcentaje de eventos captados del total de
eventos ocurridos en el área, y que depende de la forma en que se usa el
recurso para cubrir el área.
• La efectividad de
captación de campo o focal, medida por el porcentaje de eventos distinguidos
del total de eventos captados, y que depende de las prestaciones técnicas del
equipo.
A partir de lo cual se aplican valoraciones específicas para
las dos vertientes de uso, en los siguientes términos.
Como activador de una reacción
En esta vertiente la instalación de cámaras se orienta a
evitar que se consumen ciertos hechos, y/o a reducir su recurrencia, la
incidencia delictiva en una zona, por ejemplo.
Para este propósito, en nuestro País existen ciertos criterios para
seleccionar la ubicación de estos recursos en los denominados Puntos de
Monitoreo Inteligente, establecidos en la Norma Técnica para Estandarizar las
Características Técnicas y de Interoperabilidad de los Sistemas de
Videovigilancia para la Seguridad Pública, emitida por el Secretariado
Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Bajo estos criterios, la valoración de utilidad se puede
determinar por la efectividad de alertamiento, medida por el porcentaje de
eventos de interés captados, con la suficiente oportunidad para que se pueda
evitar que se consumen por la intervención de las corporaciones de asistencia,
así como por la efectividad de disuasión, medida por la reducción de los
índices de ocurrencia y recurrencia de los eventos de interés, por ejemplo, la
incidencia delictiva. Con base en esto,
la medida de utilidad será el resultado de la conjunción de ambas valoraciones,
que no son mutuamente excluyentes, y considerando, en el primer caso, que el
éxito en la atención de las emergencias depende, en última instancia, de la
capacidad de respuesta de las corporaciones de asistencia, esto es, que el
sistema puede ser útil, aun cuando no se hayan evitado que los hechos se
consumen por causas ajenas al mismo.
Como fuente para análisis forense
En esta vertiente la valoración se enfoca a la utilización
de la información visual que aportan, las imágenes, en los siguientes aspectos:
la efectividad como fuente de indicios, o la medida en que las imágenes
captadas aportan indicios que permiten apoyar el desarrollo de los procesos de
investigación de delitos; la efectividad como fuente de evidencias, o la medida
en que las imágenes captadas puedan ser utilizadas como evidencias, ya sean
auxiliares o plenas, en procesos de procuración de justicia; y la efectividad
como fuente para prospectiva, o la medida que las imágenes captadas permiten la
identificación de fenómenos inéditos y/o la conformación de medidas
preventivas. En este caso, la medida de
utilidad será el resultado de la conjunción de estas tres valoraciones, no
excluyentes entre sí, y considerando que en todos los casos el éxito en su
aprovechamiento dependerá más del trabajo del recurso de análisis.
Conclusiones
La utilidad de la videovigilancia como activador de una
reacción ante emergencias está determinada por la capacidad de detección y
alertamiento, lo cual depende del desempeño del recurso de análisis, que en
última instancia se refiere al personal.
Por ello, la mayor utilidad de la videovigilancia ha sido en la línea
del análisis forense, sin duda valiosa para remediar, no para detener, contener
ni mucho menos evitar daños.
La medida de la utilidad global de la videovigilancia
integra una valoración multifactorial de los aspectos antes descritos, pero
disociada de la efectividad de los recursos de análisis, ya sean de naturaleza
tecnológica, que por más sofisticados que sean nunca podrán trascender su
diseño o su programación, o humanos, falibles por propia naturaleza. Asimismo, considerando la posibilidad de que
surjan formas de utilidad no contempladas en la intención original de su
instalación.
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