“Los principales datos de nuestra investigación apuntan al
hecho de que más de la mitad de las cámaras con firmware desactualizado (53.9%)
contienen vulnerabilidades de seguridad cibernética conocidas. Al extrapolar
esto a una red de seguridad promedio, casi 4 de cada 10 cámaras son vulnerables
a un ciberataque”, señala Mathieu Chevalier, Líder de Arquitectura de Seguridad
en Genetec.
El firmware desactualizado de la cámara y el hecho de no
cambiar las contraseñas predeterminadas de fábrica son algunas de las mayores
vulnerabilidades en la defensa de ciberseguridad. A medida que la cantidad de
dispositivos de seguridad interconectados crece, mantenerse al día con las
últimas actualizaciones puede ser algo complicado e implicar mucho tiempo.
Según una nueva investigación realizada por Genetec Inc. ("Genetec"),
proveedor líder de tecnología de seguridad unificada, operaciones e inteligencia
de negocios, el 68.4% -es decir, 7 de cada 10 cámaras- funcionan actualmente
con el firmware desactualizado.
Instalar el último firmware no se trata solo de acceder a
nuevas funciones, advierte Genetec. Asegurarse de que las últimas medidas de
protección de ciberseguridad se implementen tan pronto como estén disponibles,
es un paso crucial para garantizar la resistencia de una organización frente a
los ciberataques.
La investigación realizada muestra que casi 1 de cada 4
organizaciones (23%) no usan contraseñas únicas para cada cámara, por el
contrario, conservan las contraseñas que vienen de fábrica, facilitando así el
acceso a los piratas informáticos una vez que solo una de ellas ha sido
hackeada.
Hasta hace poco, las cámaras IP venían con configuraciones
de seguridad predeterminadas, incluida la información de inicio de sesión del
administrador que a menudo está disponible públicamente en los sitios web de
los fabricantes. Si bien ahora la mayoría de los fabricantes de cámaras
solicitan a los usuarios configurar una nueva contraseña y credenciales de
administrador para la instalación, existen empresas, negocios y organizaciones
gubernamentales con equipos más antiguos que nunca actualizaron sus contraseñas,
lo que podría comprometer sus datos y sistemas críticos que residen en su red.
"Desafortunadamente, nuestra investigación muestra que
la mentalidad de ‘configúrelo y olvídelo’ sigue prevaleciendo, poniendo en
riesgo la seguridad de toda una organización y la privacidad de las personas.
Todo lo que se necesita es una cámara con firmware obsoleto o una contraseña
predeterminada para crear un punto de entrada para que un atacante comprometa
toda la red”, agregó Chevalier. "Es fundamental que las organizaciones
sean tan proactivas en la actualización de sus sistemas de seguridad física
como en la actualización de sus redes de TI", finalizó.
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