35 AÑOS DESPUÉS, DE LA EXPLOSIÓN DE SAN JUAN IXHUATEPEC
En la pasada reunión mensual de AMEXSI, celebrada en
noviembre, se Apresentó el panel de discusión “35 años después de la explosión
de San Juan Ixhuatepec”, conformado por el Capitán Piloto Aviador y Paramédico
de Vuelo, Ricardo Martín Montoya Martínez; el Comandante del Heroico Cuerpo de
Bomberos, Salvador Dávila Álvarez y el Capitán de Cobertura en Reserva,
Aeromédico Naval, Mauricio Montaño Rodríguez; quienes desde su perspectiva
hablaron sobre lo que vivieron en esté trágico acontecimiento que quedó marcado
en la memoria del país como la peor fuga de gas jamás registrada.
El 19 de septiembre de 1984, se vivió la trágica
consecuencia de fallas en los sistemas de almacenamiento de gas en las gaseras
ubicadas en la zona de San Juan Ixhuatepec, las cuales provocaron una serie de
explosiones que devastaron al pueblo mejor conocido como San Juanico, en
Tlalnepantla, Estado de México y que dejaron 498 muertos y cuatro mil 248
heridos, según cifras oficiales. Ni gobierno o población estaban preparados para
una tragedia de esa magnitud ya que no existía Protección Civil, ni había
cuerpo de bomberos en la zona. Un día antes, 18 de noviembre, se registró una
fuga de gas en la estación de almacenamiento de Petróleos Mexicanos y la
explosión que sobrevino al día siguiente, a las 5:35 horas, despertó a toda la
capital del país ya que el gas a presión provocó que las llamas se elevaran
hasta unos 600 metros de altura (más de 2 veces la altura de la Torre Mayor) y
que cientos de personas prácticamente quedaran desintegradas por el calor de
las llamas y el impacto de la onda expansiva.
El Capitán Ricardo Montoya,
recuerda su primera impresión, se trataba de momentos difíciles que se
borraron rápidamente para poder cumplir con su deber y que lo marcaron para
siempre pues en ese momento se encontraba en escuela de socorristas y fue la
primer emergencia real que atendía,
recuerda que los camiones del ejército se transformaron en ambulancias e
incluso se transportaron personas heridas en metro y que por ser asentamientos irregulares
muchos no pudieron ser identificadas.
La respuesta de la sociedad nuevamente se vio en este
acontecimiento, recuerdan los ponentes, y fue fundamental para la ayuda y
rescate pues el accidente rebasó la infraestructura y la capacidad de respuesta
de las agrupaciones existentes hasta ese momento. “Protección civil en México
debutó en esta emergencia, no existían conocimientos médicos previos para una
ayuda de calidad en trauma” mencionaron, por lo cual un punto crucial en la
actualidad es la capacitación; que si bien la capacidad de improvisación de
México es reconocida se necesita mucho más que eso: capacitación, entrenamiento
y recursos son fundamentales para salvaguardar la seguridad.
El Comandante, Salvador Dávila recuerda que en aquel momento
sólo se tenían 24 ambulancias para atender a los lesionados y los tres ponentes
concuerdan en que hablar de números oficiales, no se puede ya que se rebasan
los datos por las autoridades pues no hay manera de cuantificar verdaderamente
a las víctimas y no existe un padrón oficial ya que fueron más de 4 hectáreas
las afectadas y se evacuaron a más de 60,000 personas.
Desde su experiencia los ponentes concordaron que no se
contaba con la atención necesaria y que fueron rebasados en esta situación,
recuerdan el miedo vivido que después se volvió consternación, jamás olvidarán
el calor abrazador que se sentían y que ante todo esto lo que siempre los
impulsó a sobreponerse y continuar fue el espíritu de servicio.
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