El actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de
México, Miguel Ángel Mancera, publicó el Reglamento de la Ley de Seguridad
Privada para la Ciudad de México, donde en un capítulo regula a aquellos que prestan
el servicio de protección a personas, lo que comúnmente se conoce como
escoltas. En opinión del abogado Mario Ballado Parra, por la forma en la que se
reguló dicho servicio, no se advirtió lo delicado del tema; toda vez que se
pone en peligro la vida, tanto de los escoltas, como de las personas que van
custodiando, debido a que ahora existe la obligación de que los vehículos deben
ser emplacados y balizados, señalando que son seguridad privada; es decir,
deben estar plenamente identificados. “Quien contrata ese tipo de seguridad son
personas que han trascendido para bien en el país, pueden ser artistas,
políticos o empresarios, lo cual de alguna forma los hace sujetos de un atentado
sea secuestro, asalto o de cualquier otro tipo y, lo que buscan al contratar
estos servicios (por regla general), es pasar desapercibidos, aunque hay
quienes gustan de llamar la atención (son la excepción)”, menciona Ballado.
Es necesario que exista una regulación
para la prestación de este tipo de servicios; porque se ha registrado
prepotencia por parte de los elementos que los prestan (siendo mayormente
policías complementarias del Estado de México y de la Ciudad de México y no
empresas de seguridad privada), pero la forma en que se reguló no fue operativa
y legalmente la correcta.
Ante las acciones que se deberían de tomar,
Ballado Parra destacó lo mencionado por el Presidente de la Asociación Mexicana
de Protección Ejecutiva, (AMPE) Denis Reynaud Kolin especialista en este tipo
de temas; los vehículos que deben ser balizados y emplacados son los de 6 y 8
cilindros y/o blindados, no aquellos “normales” que pasan desapercibidos pues destacó,
que para prestar el servicio de protección a personas no se necesita un
vehículo de grandes características, lo que se busca, se
insiste, es pasar desapercibido por lo que estos vehículos no tendrían porque
emplacarse y balizarse.
Este nuevo reglamento también obliga a emplacar
y balizar sus vehículos a las personas morales oficiales; esto es, a quienes
presten dicho servicio a personas que laboran para órganos del Estado. En
opinión del abogado muchas de las normas que forman parte del citado Reglamento
son anticonstitucionales; en virtud, que van más allá de la Ley que pretende regular;
esto es, la Ley de Seguridad Privada del Distrito Federal, por lo que cual se
puede controvertir.
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