lunes, 2 de octubre de 2017

SEGURIDAD EN EVENTOS MASIVOS

En el Congreso Latinoamericano de Seguridad ASIS México 2017, tuvimos la oportunidad de asistir a la conferencia “Seguridad en eventos masivos”, impartida por tres grandes expertos en la materia: Víctor M. Vergara, Fernando Polanco y Jorge Acatitla, quienes compartieron, con los asistentes, buena parte de sus conocimientos.
Proporcionar seguridad en eventos masivos es una tarea compleja, que no puede reducirse sólo a exigir el cumplimiento de normas y de reunir la fuerza necesaria  para disuadir y contener a la multitud en caso de un comportamiento desordenado. Se requiere de algo más: inteligencia y discernimiento.
La multitud en un evento masivo no es un enemigo al que hay que contener, hay que mantenerla bajo una atenta vigilancia y dejarla correr mientras se mantenga bajo control, pero pendientes para activar las medidas para contenerla y canalizarla.
Un evento masivo implica la permanencia de una multitud dentro un espacio confinado y por un tiempo limitado. En ocasiones el propósito de la reunión lleva a una alteración emocional en los asistentes, lo que a veces propicia un comportamiento un tanto irracional. Los eventos masivos generalmente son espectáculos deportivos, artísticos y musicales.
Los riesgos de seguridad en un evento masivo no provienen sólo de las posibles deficiencias de las estructuras en donde se lleva a cabo, sino también del comportamiento de la multitud asistente, el factor humano es el que provoca los actos y las condiciones de riesgo que pueden derivar en accidentes, que generan lesiones en las personas y daños a las propiedades.
Las medidas de seguridad en un evento masivo buscan proteger a las personas, así como preservar la integridad de las propiedades que se encuentran en el lugar del evento. Evitar riesgos corresponde al ámbito de la seguridad física y la protección civil, y evitar daños corresponde a la seguridad funcional.
A la seguridad física tradicionalmente se le ha dado la mayor atención, pues se le atribuyen algunas grandes tragedias. Pero los aspectos estructurales no son el único factor de riesgo en un evento masivo, también lo es el comportamiento humano.
Es por ello que existen normas para regular los aspectos estructurales de los inmuebles y así garantizar condiciones seguras para las personas. También hay protocolos de evacuación en caso de una contingencia, con medidas como el retiro de vallas. Este enfoque de seguridad física obliga a que se realicen los eventos masivos sólo en estructuras que permitan tener todas las facilidades de acceso, tanto de entrada como de salida.
También se ha impulsado la aplicación de medidas enfocadas a regular y controlar el comportamiento de las multitudes, sobre todo tratando de evitar actos de vandalismo. Entre estas medidas destaca la aplicación de procedimientos exhaustivos de revisión de paquetes y personas, la instalación de sistemas de videovigilancia y sistemas de identificación y localización de alborotadores.
Es un hecho que las multitudes no razonan, y que los individuos en masa no actúan de la misma forma como lo harían individualmente. Las personas se escudan en el anonimato y se contagian de las emociones del grupo, lo que en ocasiones conduce a la gente a cometer actos irracionales e incluso violentos.
Por eso es conveniente que las medidas de seguridad no se limiten a lo que puede hacer el personal dedicado a esta labor, sino que involucren a todo el personal de servicio en el evento, taquilleros, acomodadores y hasta vendedores. En eventos masivos como los partidos de fútbol o conciertos, la tecnología se ha convertido en un aliado de los organismos responsables de la seguridad.


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