EL PERSONAJE Y ACTOR MÁS IMPORTANTE EN EL CAMBIO Y LA TRANSFORMACIÓN NO ES
EL GOBIERNO, SINO EL CIUDADANO. DAGOBERTO SANTIAGO
Dagoberto Santiago tuvo su primer contacto con la seguridad cuando entró a
trabajar en la aviación, donde estuvo en contacto directo con todo tipo de
incidentes y accidentes, formando parte del comité de investigaciones de
accidentes de aviación. Así empieza a involucrarse en temas de seguridad aérea,
aeroportuaria y prevención de accidentes aéreos.
Fue jefe de seguridad en Mexicana de Aviación, después trabaja en grupo
GlaxoSmithKline (GSK), empresa británica de productos farmacéuticos. Aunque se
resistió en un inicio a cambiar de área ya que su naturaleza era otra: “la del
aeropuerto, los aviones, el espacio y hasta el olor a “turbosina”; decide
cambiarse del mundo de la aviación al farmacéutico, donde es gerente de
seguridad. “Esta seguridad era completamente diferente ya que se trabaja con
productos activos de precios altos. Se manejaba productos controlados y la
empresa estaba sufriendo una cadena de asaltos fuertes. Todo fue retos: eso me
gustó y trabaje casi 11 años ahí”; nos comenta. A Dagoberto Santiago le gustan
los retos, por eso cuando llamó a su puerta otra compañía ofreciéndole la
posición de director de seguridad en una empresa con 45,000 personas aceptó y
ahí sigue, 12 años después es director corporativo de PEPSICO a nivel México.
“La operación en México es importante y la dimensión a nivel nacional se
ve como un riesgo, al manejar flotas grandes, y uno de los grandes apoyos para
el trabajo es el contar con un buen equipo de trabajo y de empresas de
seguridad privada”, dice. Agrega que actualmente cuatro compañías le brindan
servicio a PEPSICO a nivel nacional, apoyadas del soporte tecnológico, ya que
cuentan con su propio centro de monitoreo para más de 25,000 unidades.
El director corporativo reconoce que en su carrera no se involucró de
lleno en la participación en asociaciones de seguridad corporativa por falta de
tiempo, pero si lo hizo pasivamente. Y ahora, después de tantos años y con la
experiencia acumulada, cree que puede aportar en pro de la seguridad
corporativa y poner su experiencia a disposición de todos sus colegas.
Actualmente es presidente de la asociación GEMARC (Grupo de Ejecutivos para
Manejos de Riesgos Corporativos), cuyo principal objetivo es hacer networking
con los colegas para que compartan experiencias y conocimientos. Los objetivos
para esta asociación relativamente nueva que “le ha tocado navegar en medio de
la pandemia”, dice, son crecer y acercar a otros profesionales de la seguridad
a fin de mejorar las prácticas corporativas en el país y la cooperación con
otras asociaciones de seguridad. “No somos seguridad pública, mi trabajo es
proteger a la compañía, sus activos, bienes, nombre y principalmente a la gente
que trabaja con nosotros. Pero es parte de la seguridad en general; afecta y
tiene repercusiones con el medio en el que se desarrolla más allá de las cuatro
paredes de las empresas”, afirma.
¿Qué le hace falta a México para reducir los niveles de inseguridad que se
vive?, es una pregunta difícil y un tema complejo de abordar y para este
profesional de la seguridad “hay gente capacitada, talentosa en el tema de la
seguridad, pero es fundamental trabajar en la cultura de la legalidad. La
ilegalidad se ve en todos los estratos, genera corrupción, crimen; se tiene que
empezar desde la educación cívica. Las familias juegan un papel importante para
el refuerzo del tejido social y debemos ser intolerantes ante cualquier muestra
de ilegalidad. Se debe de trabajar en el caso nuestro desde seguridad
corporativa, desde el interior de las empresas, llevarlo a nuestra casa y a la
sociedad para ser un mejor ciudadano”, opina y no tiene duda de que “el
personaje y actor más importante en el cambio y la transformación no es el
gobierno, sino el ciudadano que puede aceptar o rechazar los actos ilegales”,
concluyó Dagoberto Santiago.
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